miércoles, 16 de diciembre de 2009

Soledad

La soledad no existe solo en la medida que somos conscientes de ella. Una persona, desde su nacimiento, únicamente se posee a sí misma y muere en completa soledad...puede estar rodeada de gente e incluso tener una vida permeada de logros, pero nada de ello importa cuando muere.
Alguno podría contrariarse ante esta premisa, sin embargo, considerando la naturaleza tan vanal y la posesión carente de sentido ovacionada por el ser humano, es más sencillo -aparentemente- dejarse guiar por el "destino" o el olvido y aceptar la inevitable perdición (léase compañía)
La realidad siempre se interpone y nos invita al castigo superficial validado por nosotros mismos. Si alguien se preguntase la razón del llamado duelo, lo aceptado socialmente y la respuesta acostumbrada sería la importancia e impacto de "algo" o "alguien" en nuestra vida, más la verdadera cuestión consiste en la necesidad permanente de desplazar nuestros sentimientos/ilusiones/deseos/dependencia/inseguridad a un tercero con la esperanza de aceptación.
Aceptar la propia soledad sería romper la brecha entre LA realidad y supuestas realidades.
Aceptar la soledad significaría ausencia de caos.
Aceptar la soledad representaría el fin de la vida como la conocemos

1 comentario:

  1. Mmmm... no creo compartir tu pensamiento esta vez, creo que compañía no es dependencia, creo que la conciencia de autonomía no tiene que ver con el deseo de la soledad... no nacemos solos, ni menos caminamos solos, no podemos, por naturaleza... pero si sentimos, decidimos, hablamos, actuamos por nosotros mismos, que es distinto. Sin un "otro" no podríamos ser nada, sin reflejo, no hay imagen ni sujeto...

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